Cómo besar bien con lengua

Sabes de qué besos hablo. No de tiernos besos en los labios, sino de besos “franceses”, besos “profundos”, vulgarmente conocidos como besos de lengua. Parecen, a primera vista, algo sencillo y natural. Sin embargo, pasan los años y nos encontramos en esa misma situación. Podemos sentir algo de incomodidad, y creer que besar no es tan fácil como aparenta serlo.

Nadie puede aprender a besar con sólo leer sobre el tema: se aprende con la práctica. Sin embargo, si aún no has dado tu primer beso de lengua, he aquí algunos consejos.

Ten buena salud bucal

Da más gusto el besar unos labios tersos y húmedos que unos partidos, y una boca con buen aliento que una que parece de un muerto. Si bien no puedes controlar todas las variables, preocúpate por la salud de tu boca: será bueno para ti no sólo en lo que respecta a los besos, sino por tu salud en sí.

Busca el momento adecuado

El beso francés no es algo que se vea en público con frecuencia, ya que es una muestra de intimidad. El mejor momento es cuando están los dos solos, hay una pausa en la conversación y se están mirando a los ojos. Ambos sabrán cuando suceda.

Empieza despacio

No cometas el error adolescente de querer empezar con la lengua desde el principio. La mejor opción es empezar con lentitud, concentrándose en los labios, con un toque sutil que no dure más que unos pocos segundos. Luego, vuelve a besarle, con algo más de firmeza, si tu pareja muestra señales de querer seguir.

Usa tus manos

Colócalas en el cuello o cintura de tu pareja. Si quieres algo más romántico, en la mejilla, y si prefieres más pasión, apóyala con suavidad en la nuca. También puedes acariciar con lentitud la espalda de tu pareja. El dejarlas caídas a los costados es un desperdicio.

Respira

Cuando sus bocas se separen, toma aire mientras le miras a los ojos. Deja que él o ella sienta tu respiración, y luego ve a por otro beso lento, cuando tengas suficiente aire. El aliento se lo quitarán entre ustedes, en ese o en los besos que seguirán.

Avanza gradualmente

Cuando entreabra los labios, toma con tu boca uno de sus labios y sórbelo muy suavemente. Aquí es donde puedes comenzar a usar tu lengua, pero lentamente: no estás buscando que se atragante. No dejes tus labios en el mismo sitio por más de unos segundos. La temperatura comenzará a subir de forma natural.

Si tienes dudas, síguele

No necesitas ser un/a experto/a en besar para compartir un gran beso. Tampoco tienes por qué tener siempre el mando: deja que tu pareja también participe, incitándote a seguir o no. Un beso es un diálogo, no un monólogo, donde dos personas participan. Si los dos se concentran en el momento y hacen lo que sientan que está bien, irá como la seda.

Has movimientos circulares con la lengua

Una vez sus lenguas entren en contacto, mueve la tuya en círculos, intentando sentir la de tu pareja desde distintos ángulos. Tarde o temprano los dos asumirán un ritmo que les será cómodo a ambos.

Ten en cuenta cuándo detenerte

Si es tu primera vez besando con lengua, hazlo breve. Habrá tiempo para experimentar y adquirir experiencia más tarde. El primer beso no suele ser el mejor de todos. Como siempre, lo más importante es que exista atracción entre ustedes y muchas ganas de conocerse y estar juntos.

Está bien el reírse

Es muy probable que sus dientes choquen o sucedan cosas similares, que no son la clase de cosas que pensaste que pasarían. No dejes que arruinen el momento. Si quieres hacer un chiste o reírte para relajar tu nerviosismo, hazlo. Probablemente tu pareja esté tan nerviosa como tú, y también les aliviará la tensión. Y el beso es algo para que ambos se sientan bien.

Errar es humano

¿Recuerdas ese apasionado beso en esa película que viste hace unos días? Ese es el ideal, ensayado una y mil veces por actores entrenados y dirigidos por profesionales. Tú y tu pareja son personas reales, y como tales cometerán errores. Siguiendo el punto anterior, ríanse de sus errores y trabajen juntos para enmendarlos.

Imagen de Laura Lauman
Autora del artículo