Cómo tratar con una persona negativa

La vida real no es como la pintan en las películas, ni en las novelas que te gusta leer. Triste pero cierto. Puedes encerrarte para el resto de tu existencia, o intentar lidiar con las partes menos bonitas que te han tocado. Como el lidiar con personas negativas.

Aprende a identificarlas

Hay muchas clases de personas negativas: personas prepotentes, quejosas, envidiosas, mete culpas, mediocres, psicópatas, y la lista sigue. Cada una de estos actúa de forma distinta, y algunos métodos para lidiar con ellas serán más efectivos que otros. Conoce a este espécimen antes de proceder.

Lo mejor es evitarlas

Si te es posible, lo mejor que puedes hacer con esta clase de gente es eliminar todo contacto. Todo. Desde redes sociales a teléfono, interacciones en la vida real o grupos de actividades en común. Cortar de cuajo y no prestar atención cuando intenten atraerte de nuevo con culpa.

No discutas

Si no es posible evitarlas, evita discutir con ellas. Sólo lograrás enojarte, perder energía, sentirte infeliz, y el tiempo que usaste en esa discusión bien podrías haberlo usado en algo que de verdad te haga bien.

Limítate a la charla insustancial

Evita todo lo que puedas los temas espinosos, como la religión, la política u otro tema polémico. Si esta persona está demasiado hundida en su propia negatividad, el hablar de otra cosa les llevará a un pozo de autocompasión, negativismo, y victimización. Y tú eres mala gente si no te quedas y haces todo lo que te dice que sería amable que hagas, palabras más o menos.

Ignora los comentarios negativos

Cuando te diga algo deprimente, venenoso, o insidioso, respóndele con un “ya veo”, o “bueno”, sin más compromiso. Si está en uno de sus momentos positivos, respóndele con entusiasmo y energía. Si de verdad quiere cambiar en algo, estas pistas le pueden ayudar sin comprometerte a ti ni a tu salud (física y mental).

Observa si tiene algún punto

A veces, esta clase de persona puede tener un punto de vista válido, que hayas pasado por alto o que no querías ver. A veces, muy de vez en cuando, puede que intenten ser realistas, y haya un motivo para su accionar. Da un paso atrás y analiza si es sólo veneno lo que dice, o si hay alguna razón legítima para ello.

Reúnanse en grupos de tres o más

Si no puedes evitar el tener que estar con esta persona, ve con alguien que te haga de refuerzo o apoyo. En una comunicación de uno a uno, toda la negatividad irá dirigida a ti, pero si hay alguien más, la carga será distribuida.

No te involucres

Algunas de estas personas sólo quieren hundir al resto del mundo con ellas. Es la clase de gente que, si no es capitán de barco, empieza a agujerear el casco para que se hunda la nave. El involucrarte con ellas, en plan “el amor lo cura todo” o similares, no sólo es nocivo, sino que lo más probable es que termines siendo una persona negativa en el intento.

Si te piden ayuda, hazlo, pero no de forma personal

A veces, una persona negativa se queja porque quiere que otras personas hagan su trabajo, o que le traten mejor que al común de la gente. Si este es el caso, en vez de decirle “yo te ayudo” o similares, ve a por “creo que esta organización/programa/centro de ayuda podría serte de utilidad”. No dejes de vivir tu vida por hacerle más fácil la suya. Te esclavizarán.

Dile “ahora, cuéntame algo positivo”

No es recomendable si la persona en cuestión es, por ejemplo, superior en jerarquía laboral, o con alguna clase de poder legal sobre ti, pero en ocasiones puede ser una pequeña ayuda. Puede que les haga recordar hace cuánto que no dicen algo que no sea negativo, o cuánto hace que no resaltan algo positivo en su vida, de forma no invasiva.

Si todo lo demás falla, reduce el contacto tanto como puedas

Lo mejor, repito, es evitar a esta gente. Si no te es posible, limita el contacto tanto como puedas, sin comprometer otros aspectos de tu vida, como tu familia, tu trabajo, etc. No es saludable el pasar tiempo con gente que sólo absorbe tu energía, tu tiempo, y tus ganas de vivir. Tu existencia en este mundo es limitada, y tú debes ser quien elija cómo (y rodeada de quiénes) vivirla.
 

Imagen de Laura Lauman
Autora del artículo