Claves para ser una mujer sexy

¿Qué hace que una mujer sea sexy? Observas a esa fémina y no lo comprendes. No es muy alta, ni inteligente, ni rica, ni delgada, ni tiene curvas de infarto, pero su atracción es tal que hasta a ti, mujer heterosexual, te atrae. Si quieres ser algo más sexy, puedes intentar con lo que sigue.

Confianza en ti misma

Lo más sexy que puede tener una mujer en público es confianza. Por más que no sea una supermodelo multimillonaria ganadora de un Nobel, si se muestra confiada en sí misma, eso hará que sea vista como la clase de persona con la que quieres estar, aunque la confianza no tenga base sólida. Si no tienes confianza, pretende tenerla, y en poco tiempo empezarás a sentirla de verdad.

Además, es una forma rápida de detectar a hombres que no valen la pena. Si él se siente incómodo porque tú estás segura de ti misma, o porque no cedes a todos sus deseos, o no te pones por debajo de él “porque a él le gusta”, entonces él no vale la pena.

Respeto y amor propio

Muy relacionado con lo anterior, una mujer que se respeta a sí misma será respetada por los demás (al menos, los demás que lo valen). Esto, además, da a entender que no estás al servicio del primer varón que te dé la hora, sino que eres una persona valiosa. El varón tiene el instinto del cazador en su genética, escondida pero presente, y sentirá más interés por una mujer que sabe lo que vale, en vez de una que se entrega de inmediato y a la que no volverá a llamar (ya ha sido “cazada”).

Aspecto natural

Si bien cada persona es distinta, hay algunos puntos en común. Lo artificioso pocas veces es sexy, mientras que un aspecto natural es más atractivo. El usar mucho maquillaje da la idea de falsedad, y ha llevado a algunos hechos desagradables (como la de un marido que, al ver a su novia sin maquillaje por primera vez, exigió el divorcio de inmediato). El buen gusto atrae, peor la exageración tiende a espantar.

Higiene

Podrás lucir cual Marilyn Monroe, o más guapa incluso, pero si hueles mal, casi nadie se te acercará. Puede parecer obvio, pero algunas personas no comprenden cuán importante es cuidar de tu higiene personal, no sólo por cuán desagradable pueda ser el aroma, sino por el mensaje que envía. Una persona que huele mal da la impresión de no cuidar su salud, lo cual indica falta de amor propio y de confianza. Una mujer sexy, por otro lado, huele bien.

Inteligencia

Las mujeres tontas nunca serán vistas como iguales. Lo más triste es ver cómo una mujer teme mostrar lo que sabe por temor a no ser querida. Si un hombre no te aprecia si no eres menos inteligente que él, entonces no vale la pena. Una mujer inteligente es sexy, no sólo porque demuestra sus habilidades, sino porque tiene la confianza para hacerlo.

Ambiciones

Olvida la idea de que ser una mujer entregada en cuerpo y alma te garantizará tus sueños. Una mujer con ambiciones es mucho más sexy que otra que cree que no está completa sin el amor de su vida al lado. Si un pretendiente dice que es mejor que no sigas hacia tu objetivo, ponle en claro que esa es tu ambición y que no la dejarás porque a él no le gusta. ¿Para qué dejar que tus habilidades se marchiten, si puedes hacer que el mundo tenga a otra persona talentosa en eso que deseas alcanzar?

Ser una persona completa

A la gente no le atraen los personajes unidimensionales, que pueden resumirse en una frase o unas pocas palabras. Algunas personas pueden parecer clásicas, pero en cuento hablas con ellas te das cuenta que tienen mucha más profundidad de lo que pensabas. Esa es la clase de persona interesante con la que se desea estar. Olvida la idea de que no eres un ser completo sino hasta que te enamoras/casas/tienes pareja. Ya eres un ser completo, y si a alguien le ofende, pues es su problema, tú tienes el derecho a ser tú misma.

No estar siempre disponible

Relacionado con el punto anterior, está el no estar siempre disponible. Si sales corriendo ante la primera invitación que te hacen, das a entender dos cosas: que su propuesta es la más atractiva de todas, y que tienes tiempo libre (o que lo demás no te importa tanto). El declinar alguna que otra invitación, en especial si tienes otras cosas en ese día y horario, da le mensaje que tu tiempo no es ilimitado y que tienes prioridades.

No decir todo

Dosifica la información que das sobre ti misma. Haz que tus acciones hablen más que tus palabras, y piensa si quieres que las personas que te rodean sepan todo de golpe sobre ti. Una sorpresa deja una impresión más duradera que algo dicho hace tiempo.

Independencia

En la época de nuestras abuelas, lo normal era que el marido trajese el pan a la mesa y la esposa cuidase de la casa y los hijos. Hoy en día, ese modelo está obsoleto. Una mujer independiente es mucho más atractiva que una que depende de otra persona. Indica que posees habilidades que se valoran en metálico, que eres responsable y que no serás una carga. Además, eso te da la ventaja de no necesitar a nadie más para vivir, lo cual es muy atractivo.

Casa decente

No me refiero a ser la ama de casa perfecta de la publicidad de los años cincuenta, sino a los conocimientos mínimos para mantener una casa que no te enferme. Si deseas vivir por tu cuenta, es muy buena idea el aprender a cocinar (es mucho más barato y sano que comer afuera, la comida ya preparada o la instantánea), a limpiar y administrarse.

Ropa adecuada a tu cuerpo

La ropa que te pones envía mensajes no verbales, no sólo a otras personas, sino a quien la usa. Hay prendas que lucen mejor en algunas personas que en otras. No intentes seguir una moda que no te atrae, o que no te hace sentir bien (embutirse en prendas pequeñas te hacen ver como un paquete a punto de reventar, por ejemplo). Concéntrate en las partes de tu cuerpo que más te gustan y busca ropa que las destaque.

Si quieres (y no te dañan) usa tacones

Algunas mujeres necesitan usar zapatos con taco por motivos de salud. Otras, en cambio, pueden tener problemas de salud por usarlos. No son un calzado cómodo, y el usarlos sin estar acostumbrada a ellos puede resultar en desastre. Piénsalo dos veces antes de usar esta clase de calzado, y sólo úsalos si no representarán un daño a tu salud a corto, mediano o largo plazo.

Imagen de Laura Lauman
Autora del artículo