Manual para dar besos apasionados

Enganchar a una persona a tus besos es posible, sólo debes dominar la técnica y saber cómo actuar en cada momento. Aunque un beso surja de forma espontánea, quien conoce los secretos de este arma de seducción y tiene la suficiente práctica como para llevarlos a cabo de forma adecuada, será capaz de provocar las pasiones más incontrolables. No desestimes el poder de un beso. Sigue a rajatabla este manual para dar besos apasionados y te garantizo que no podrán olvidar el sabor de tu boca tan fácilmente.

Juega con las miradas

¿A que cuando deseas que algo llegue durante mucho tiempo luego lo disfrutas más?. Los besos no son una excepción. Los mejores besos se hacen desear, y eso empieza por seducir con la mirada, observando sus ojos y su boca para hacerle saber hasta qué punto estás deseando que vuestros labios se unan. Ese ritual crea un clima casi mágico que prepara el terreno para un beso inolvidable. Si has practicado el juego de las miradas el tiempo suficiente y con la intensidad debida, puedes tener la seguridad de que habrás plantado la semilla para que vuestro primer beso sea volcánico y apasionado.

Acercamiento

Una vez creado el ambiente propicio, de un modo u otro se producirán las circunstancias adecuadas para que el momento tan largamente esperado se haga realidad. Es importante no precipitarse y demostrar un exceso de ganas, aunque por dentro te estés muriendo por comer su boca. Sonreír, mantener una conversación agradable y situarse a una distancia algo más cercana de lo normal le darán a entender que ya ha llegado el instante de que ese beso pase de la imaginación al mundo real. Tocar sus brazos o su cara de manera casi descuidada le mandará un mensaje claro. Aquello ya no hay quien lo pare.

Comienza con un leve contacto

Lo habéis deseado, os lo habéis hecho saber con miradas, sonrisas y roces, y ahora llega el momento de la verdad. De cómo sean tus besos dependerá en gran medida la impresión que se lleven de ti, así que hay que tratar de conseguir que destilen pasión pero sin llegar a parecer desesperados. Para eso, lo mejor es acercar tu boca a la suya despacio y realizar un leve contacto, muy suave, con los labios ligeramente humedecidos.
Este primer "mini-beso" es como una manera de asegurarte de que lo que viene a continuación es deseado por la otra parte tanto como lo deseas tú. En un 99´99% de las ocasiones, llegados a este punto, así será.

Utiliza las manos

Ahora que ya no hay dudas, y que hay permiso por parte de ambos para dar rienda suelta a todo lo que lleváis dentro, es hora de establecer un espacio común. Los cuerpos deben acercarse y mantenerse en contacto, y para ello las manos juegan un papel fundamental. Las de él tomando la cintura o las de ella alrededor de su cuello aumentarán el nivel de intimidad. Pero no acaba ahí todo, las manos siguen teniendo un papel importante durante el beso. Tocar su cara, su pelo o su espalda añaden fuerza y pasión a todo aquello que los labios quieren transmitir. Un beso que se de con las manos inmóviles no significa tanto como aquel en el que éstas buscan expresar lo mucho que te gusta esa persona.

Aumenta la intensidad del beso

Con vuestros cuerpos pegados y tu boca en la suya, ya no hay razón para contenerse más. Ha llegado el momento de que tus besos se graben en su recuerdo como algunos de los más increíbles que haya recibido jamás. Para eso, la presión sobre sus labios debe aumentar, siempre de manera razonable, pero tiene que saber que estás poniendo el 100% en cada beso, y eso no se logra con un leve roce. Vuestros labios deben apretarse y vuestras lenguas comenzar el proceso de exploración de aquel nuevo territorio tan largamente ansiado. En este sentido, un beso apasionado muestra su intensidad con una combinación de detalles: ojos cerrados, manos que recorren su cuerpo, pequeños jadeos y respiraciones y vuestros labios apretándose entre sí con fuerza.

Alterna lengua y labios

Por mucho que hayas esperado que ese momento llegara, un beso puede volverse monótono y repetitivo si no pones un poco de creatividad. Los labios y la lengua tienen innumerables terminaciones nerviosas capaces de producir sensaciones muy distintas, y por eso te estarías perdiendo lo mejor del beso si no trataras de experimentarlas todas. Besa con los labios más húmedos y más secos, enrolla tu lengua en la suya, alterna pequeños piquitos cariñosos con interminables besos que te dejen sin respiración. Cuanto más diferente sea un beso del anterior, más sensaciones estarás viviendo y más placer estarás proporcionando. Un uso correcto de la lengua y los labios es una de las claves para besar bien. Cambia. Prueba. Déjate llevar.

Haz pequeñas pausas

Posiblemente, uno de los secretos menos conocidos es la habilidad de hacer pequeñas pausas durante el beso. ¿Por qué?. Porque la pausa mantiene viva la pasión del momento. Si besas, besas y besas, en algún momento se produce cierta saturación y lo que comenzó siendo un momento muy esperado, puede convertirse en menos agradable para la otra persona. La forma de evitarlo es retirar tu boca de la suya cuando estáis en lo mejor. No sólo te permitirá abrir los ojos y ver en su cara una sonrisa de satisfacción, sino que te hará todavía más deseable y sus ganas de volver a la carga se redoblarán. Esa pequeña pausa no hará sino estimular sus ganas de repetir el beso, y ten por seguro que con esta técnica será muy difícil que nadie se canse de tu boca.

Besar apasionadamente es un arte que tiene sus pequeños secretos. Aquí te hemos desvelado cuáles son, y ahora que los conoces tienes en tu poder todo un tesoro que, bien empleado, conseguirá que nadie pueda olvidar jamás el sabor de tus labios.