¿Por qué me mira, pero no me habla?

La diversidad humana es una de las mejores características de la especie. Cada persona es única e irrepetible, aunque sea la gemela o el mellizo de alguien, debido a lo que experimenta, lo que aprende, y lo que recuerda. Por ejemplo, hay personas que no dudan en hablarte cuando captas su atención, mientras que otras te mirarán pero no te hablarán. ¿Por qué?

Timidez

En la adolescencia hay muchos cambios importantes, tanto en lo físico como en lo mental. Hay niños que cambian de personalidad al pasar por la adolescencia, y de ser extrovertidos pueden volverse tímidos. Si el que te mira pero no te habla no ha llegado a los veintiuno, puede que sea tímido. Conforme se crece, la timidez es menos frecuente, pero sigue allí, o se domina mejor.

No sabe cómo hablarte

Hay personas que han vivido en culturas muy cerradas, y que se han acostumbrado a vivir en pocos ámbitos. Puede que no sepa cómo hablarte, ya que no comparten culturas o costumbres, y las consecuencias lo acobardan. O quizás no creció con otras mujeres (madre, hermanas, primas, amigas, etc.) en su entorno, y no sabe qué hacer contigo.

Teme el ridículo

Los varones hacen bromas para evitar el ridículo. Si le sale bien, pues iba en serio, y si le sale mal, sólo era una broma. Algunos, en cambo, no usan este método, o no quieren utilizarlo contigo por los motivos que sean, y te observan de lejos, sin saber cómo actuar para evitar las burlas.

Baja autoestima

Puede que le gustes, y mucho, pero que no se consideren ser “suficiente” para ti. Creen que te mereces a alguien mucho mejor, o que sabes que mereces algo superior, y que los tratarás mal, o que ni siquiera le consideras un candidato medianamente potable.

Le recuerdas a alguien

Mientras hacía una carrera universitaria, vi a una chica que era la copia exacta de un político muy conocido en la época de los ochenta. Era tan parecida que no podía creerlo, y cuando pasaba la miraba, sin poder evitarlo. Si este muchacho te mira pero no te habla, quizás le recuerdes a una persona (o a un personaje ficticio) y no se anima a acercarse por miedo a romper la ilusión.

Disfruta de la diversidad humana

Quizás te esté mirando porque te considera una criatura interesante, ya sea por tus acciones, tu aspecto o tu estilo, pero no desee hablarte. Simplemente disfruta de tu existencia con aire casual, como vería a una persona en televisión, sin ganas de conocerla más.

Le gusta tu cuerpo y no le interesa conocerte

Quien no se haya deleitado la vista con una anatomía agradable a los ojos, que arroja la primera piedra. Más aún si ves a esa persona más o menos de forma regular, y verle es como un respiro de aire fresco.

Se imagina historias contigo y no quiere saber tu realidad

El libro “La chica del tren”, de Paula Hawkins, es uno de los ejemplos más recientes de esto. Él se imagina que vives en determinado lugar, bajo ciertas circunstancias, y entonces se arma su propia película. El verte le da la sensación que su fantasía (que no tiene por qué ser sexual) puede tener algo de realidad.

Desea que des el primer paso

El buscar a alguien con la mirada es una forma de llamar la atención, no tan evidente como el gritar tu nombre, pero no por eso menos atrayente. Quizás, lo que él quiere es que des tú el primer paso, o que te acerques a él en vez de que él vaya hacia ti. Puede ser por timidez, por miedo, o por el deseo de mimar el ego, entre muchos otros motivos.

Ansía pedirte algo, pero le apena

Si es orgulloso, le va a costar mucho el pedirle algo a alguien, en especial si no están en buenos términos. Puede que te esté mirando para reunir el valor de ir a pedirte eso que necesita, o desea, y espere a llegar a determinado punto antes de tomar aire y pasar a la acción.

Es un acosador “silencioso”

Sería muy bonito decir que todo es color de rosa en la vida, pero la realidad, en especial si eres mujer, te mostrará otra cosa. Puede que te tenga en la mira como su próximo objetivo, que planee como seguirte a tu casa, cómo tomarte fotografías sin que te des cuenta, o cosas peores. Los asesinos seriales hombres disfrutan con el asecho de su presa, y suelen matar por sexo. Si bien los psicópatas suelen disfrazarse bien de gente “normal”, esta es una posibilidad.

Imagen de Laura Lauman
Autora del artículo